A White Noise parece no preocuparle perder terreno en el sur. Por el número de NPC destruidos parece que están empezando a tomar Vale y Germinate como su nueva casa. No se dan cuenta de que están de prestado. Es el momento de darles algún que otro zarpazo.
Con la pérdida de todo su territorio, RAGE ha sufrido un golpe muy duro. Tanto, que ha puesto a la alianza al borde del abismo. Nosotros somos unos recién llegados y no estábamos acostumbrados a tener un territorio rentable y seguro. Princeps ya tuvo su limpieza y vivió su particular calvario cuando se hundió Atlas. De ahí salimos más delgados, pero más resistentes ante las adversidades.
A RAGE le toca el turno, pero cuenta con una gran ventaja: el apoyo del resto de la NC, que a diferencia con lo que hizo -A- con Atlas, Init con DT o White Noise con Initiative, se están demostrando unos aliados consistentes, tanto en los buenos momentos como en los difíciles.
Cuando Atlas retrocedió hasta Omist frente al empuje de la DRF+PL y se vió todo perdido, lo que nos dio la puntilla fue el reseteo de Against All Authorities cortándonos toda la logística de retirada a imperio. No sólo al no dejarnos usar la red de Jump Bridges, sino gankeando activamente nuestros Freigthers. Muchos assets se quedaros atrapados por aquella actitud.
Cuando Dead Terrorist decidieron abandonar la lucha por el sur, Initiative los reseteó con la excusa de no haber tomado la decisión consensuada. Princeps, salvo algún componente que estaba esos días alejado del EVE, no se vio afectado porque ya había aprendido la lección.
Cuando Initiative perdió el pulso frente al Stain Wagon, recibió el aguijonazo del que inicialmente había sido su aliado (aunque hacía tiempo que no movía un dedo para ayudar): White Noise. Aquello tuvo un nulo impacto en Princeps, pues ya habíamos subido a V nuestro skill de evacuation.
Ahora RAGE se ha enfrentado a su particular debacle. Es cierto que la NC ha sido incapaz de organizar una defensa que evite la pérdida del territorio de dos de sus alianzas principales: Rage y Magesta Empire. Es probable que muchos miembros de Rage sientan cierto resentimiento al no verse amparados por los números que siempre habían acompañado a la coalición. Alianzas como Razor y Wildly Inaproppiate han tardado demasiado en implicarse. Pero la verdad es que tampoco las alianzas directamente atacadas consiguieron la coordinación necesaria.
Ahora bien, RAGE cuenta con una gran ventaja frente a los ejemplos previos que he vivido en primera persona: aliados que no te la clavan por la espalda.
Eso ha pemitido que nos refugiemos en territorio 0.0 azul, haciendo de tribute nuestra segunda casa, paticipando en las flotas de Morsus y otros aliados como propias mientras nuestra propia alianza se reorganizaba e incluso se nos ha cedido una constelación de las buenas, de las rentables, para que los Rage puedan llevar allí a su alter carebear para financiarse. Qué diferente hubiese sido si hubiésemos tenido que refugiarnos en territorio NPC sin ningún aliado, como ocurrió en Initiative. La reorganización habría sido mucho más dificultosa.
Ahora toca rehacer números. Volver a montar flotas con objetivos propios. Casi todas las flotas en las que he participado estos días han servido para mantener el orden en la zona de Tribute. Son necesarias y es justo que participemos en ellas, dado que estamos viviendo en la región, pero Morsus tiene números suficientes para hacerse cargo de esas flotas y Rage tiene que pensar en ir preparando la reconquista de Vale y Germinate.
Y para ello, lo primero es ir dificultando la vida a sus nuevos moradores. Flotas de hit a run, baratas, de guerrilla, divertidas, para ir creciendo de nuevo en números, para que los rusos se planteen que no pueden hacer lo que quieran salvo que monten flotas grandes, para que no se financien en nuestro territorio. Es el momento de estrenar mi Black Ops, de practicar con mi covert cyno. Es el momento de esos campeos en los que Princeps tiene buena experiencia, en las profundidades de Vale.
Tenemos un objetivo, y lo tenemos tras la próxima gate.
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